Cooperar con las comunidades tibetanas que viven en el Tíbet Ocupado es el deseo más profundo de la ONG Phagma DRÖLMA. Igual de profunda es la necesidad de los tibetanos de recibir el apoyo, la colaboración y el acompañamiento solidario de la comunidad internacional.
Sin embargo, la durísima represión, el aislamiento, la censura y la amenaza constante del gobierno chino impiden la colaboración entre las comunidades tibetanas y las organizaciones que osen condenar o criticar públicamente la política del gobierno chino, puesto que pondría en peligro la seguridad personal, e incluso la vida de aquellos tibetanos involucrados en la cooperación.
No obstante, las puertas están abiertas para llevar la solidaridad hasta los campamentos de refugiados tibetanos de India y Nepal, y es hasta allí justamente donde llegan el abrazo solidario y los proyectos de cooperación de la ONG Phagma DRÖLMA.
¿Cuál es el perfil de las personas que huyen del Tíbet? Por un lado encontramos a niñas y niños, enviados por sus familias que desean que sus hijos sean educados en base a la cultura tibetana, ya que en el Tíbet ocupado su cultura está en peligro de extinción. Por otro lado están las monjas y los monjes budistas, que por negarse a renegar del Dalai Lama o reivindicar la libertad de culto han sufrido penas de cárcel y posteriormente han sido expulsados de los monasterios por las autoridades chinas. Y finalmente, encontramos a mujeres y hombres, estudiantes, nómadas o del ámbito del arte y la cultura, que han sido represaliados políticamente por haber reivindicado públicamente la libertad para su pueblo, el retorno de los exiliados y el regreso del Dalai Lama. La gran mayoría de ellos han pasado por cárceles chinas y han sufrido las torturas más inhumanas que uno jamás pudiera imaginar.
Los proyectos de cooperación apoyados y participados por la ONG Phagma DRÖLMA persiguen siempre el deseo de alcanzar el desarrollo humano, equitativo, sostenible y endógeno de la población tibetana refugiada, hasta que ésta pueda regresar a su tierra.