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Cooperativas tibetanas rurales

PROGRAMA de SOLIDARIDADcooperativas tibetanas rurales

Las cooperativas son la columna vertebral de la economía de los campamentos de refugiados tibetanos establecidos en India y Nepal. En general, las cooperativas tibetanas se dedican a la agricultura orgánica, a la elaboración de productos lácteos y la venta de leche, a la elaboración de productos artesanos como las famosas alfombras tibetanas, y a la gestión de hostales. Prácticamente en cada uno de los casi 40 asentamientos tibetanos establecidos entre India y Nepal encontramos una cooperativa tibetana dedicada bien a una sola de estas actividas, o a varias.

Apoyar a las cooperativas significa apoyar directamente a las personas que forman parte de ellas, y a sus familias, por ello, la ONG Phagma DRÖLMA se solidariza con la Tezu Tibetan Multipurpose Co-operative Society del asentamiento de refugiados tibetanos de Dhargyeling.

Este asentamiento se estableció en 1964, en un área de 1500 acres de tierra cedidos por el gobierno del Estado de Arunachal Pradesh, a 5 kms del pueblo de Tezu, quedando bajo su jurisdicción, y perteneciendo al Distrito de Lohit. Nos encontramos muy cerca de la frontera indo-birmana, y la población local la constituyen fundamentalmente las tribus Mizo.

En el asentamiento tibetano de Dhargyeling, al igual que en otros asentamientos, el Gobierno Tibetano en el Exilio proporciona una serie de infraestructuras y servicios comunitarios mínimos, fundamentalmente en el sector de la educación y la salud, en concreto: una guardería, una escuela de primaria, una escuela de secundaria (incluye opción de internado), una clínica, un centro de salud de medicina tradicional tibetana y una residencia de ancianos.

Por otro lado, la cooperativa rural de Dhargyeling, denominada Multipurpose Co-operative Society, se estableció legalmente en 1970, y desde entonces sus miembros gestionan las siguientes actividades económicas: un pequeño taller de mantenimiento y reparación de tractores, una pequeña planta de cereales y harinas, un pequeño taller de confección de alfombras, una pequeña planta de elaboración de productos lácteos, y una pequeña tienda donde compran los habitantes de los campamentos.

Aunque su población inicial fue de 959 habitantes, hoy cuenta con 1.253 refugiados y refugiadas tibetanas censadas, distribuidas en 5 campamentos que acogen a unas 45 familias respectivamente.

La mayoría de las familias cuentan con una parcela de tierra cultivable para su subsistencia. Debido a la falta de facilidades de regadío, las cosechas se limitan a cultivos adaptados a las épocas de lluvias, lo cual resulta insuficiente para garantizar la subsistencia de las familias que dependen exclusivamente de estas cosechas. Por ello, la comunidad tibetana refugiada apoya su economía también con otro tipo de actividades como el pequeño comercio, trabajos temporales en hostelería, confección y venta de prendas de lana, etc.

El programa de colaboración con cooperativas tibetanas rurales se mantiene abierto año tras año, con el ánimo de contribuir a cubrir sus necesidades de equipamiento y formación, y fortalecer las capacidades que tienen estas cooperativas.